“Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto sino un hábito” Aristóteles
En Translinked nos hemos propuesto conseguir que este año sí que alcances tus metas. En los artículos anteriores nos centrábamos en el aprendizaje de idiomas. Hoy hablamos de forma más general sobre cómo crear nuevos hábitos, porque ya sabéis lo que dicen: “necesitas motivación solo hasta que has creado un hábito. Tras haberlo conseguido, la rutina se hará cargo del resto”. Y, por supuesto, esto lo podemos aplicar a aprender o mejorar un idioma.
Comencemos por el principio:
-
Ten un plan
Pero sin dejar volar tu imaginación hasta el final del proceso. Según este estudio de la Universidad de California, mucha gente fracasa porque se centra en visualizar exclusivamente cómo sería su vida tras haber conseguido su objetivo. Es decir, si quieres aprender un idioma no te imagines hablándolo de manera fluida (lo que sería el final del proceso). Céntrate más bien en visualizarte aprendiendo cada día dicho idioma. Así sabrás cómo hacerlo y estarás preparado para esos momentos en los que seguir creando el nuevo hábito se hace más difícil (en tiempos de estrés, por ejemplo).
2. Paciencia y constancia
Lleva más tiempo del que normalmente se cree. De acuerdo con este estudio publicado en el European Journal of Social Psychology, crear un hábito puede prolongarse hasta 254 días desde un mínimo de 18 en algunos casos. No desesperes si parece que aún no lo has conseguido. Sigue para adelante y lo acabarás consiguiendo.
3. Concéntrate en un solo cambio
A veces algo nos hace cambiar el chip y decidimos modificar nuestros hábitos. Demasiados de una sola vez y en poco tiempo. Esto al final nos lleva a abandonar y volvemos al punto inicial. Lo ideal es, por lo tanto, centrarse en un hábito, por pequeño que sea.
Es preferible crear los hábitos muy poco a poco antes que intentar cambiarlo todo de golpe y no conseguir cambiar nada.
4. Líbrate de la tentación
Diferentes estudios han llegado a la conclusión de que tener nuestra tentación a la vista hace extremadamente difícil poder resistirnos. Si tu objetivo es terminar con un mal hábito (perder demasiado tiempo en las redes sociales, por ejemplo), lo que deberías hacer es apartar dicha tentación de tu vista (en este caso, tu teléfono móvil u ordenador, o bloquear temporalmente las páginas que te roban más tiempo) y mantenerte lo más ocupado posible en algo completamente distinto. Poco a poco dejarás de tener la necesidad de estar constantemente mirando tu smartphone.
5. Ponte pequeñas metas
Para conseguir lo mencionado anteriormente, comienza por alejar esa tentación durante un tiempo determinado (para caer en ello con menor frecuencia de lo habitual) e ir aumentando ese tiempo. Para esto, puede ponerte pequeñas metas e incluso premiándote cada vez que las alcances.
Esto lo puedes hacer también para crear ese hábito que tanto ansías. Si, por ejemplo, quieres acostumbrarte a estudiar inglés todos los días, comienza por una cantidad de tiempo realista que sepas que vas a cumplir y vete aumentándola cada semana. Cada vez que la aumentes, date un capricho (no hace falta que sea un auto-regalo material. Puede ser simplemente darte un tiempo el domingo para ver tu serie preferida con la conciencia tranquila).
6. Búscate aliados
Yo no bebía nada de agua durante días. Bebía, con suerte, dos vasos de zumo concentrado al día y eso era todo. Mi compañera de piso, que tenía el mismo mal hábito, me convenció para cambiarlo. Nos apoyamos la una a la otra para llegar al objetivo de beber dos litros de agua antes de que terminara el año (quedaban cuatro meses. Hay que tener en cuenta que nunca tuvimos costumbre de beber agua, así que no parecía fácil).
Cuando estábamos juntas en casa, siempre nos preocupábamos de que ambas bebiésemos. Y llevábamos la cuenta de lo que habíamos bebido y nos poníamos metas más pequeñas. Se convirtió en una especie de competición sana que terminó con éxito. Mi cuerpo se habituó a ello y ahora, dos años más tarde, sigo bebiendo casi inconscientemente en torno a dos litros de agua al día.
7. No desesperes por haberte saltado un día
O un fin de semana. Si hubo un día o incluso varios en los que no trabajaste en tu nuevo hábito, no te preocupes y sigue trabajando en ello. Haberse saltado solo uno o varios días no significa tener que volver a empezar de cero.
Gema