El papel del inglés en el mundo del comercio

3 min
Read Time

Como en cada campo, el lenguaje utilizado en el ámbito del comercio internacional tiene rasgos específicos, siendo uno de los más importantes el uso del inglés como lingua franca.

Según argumenta Anne Johnson en su artículo “The Rise of English: The Language of Globalization in China and the European Union”, la lengua inglesa está asociada en los últimos tiempos con modernidad, desarrollo y poder económico y esta es, precisamente, la imagen que muchas empresas quieren mostrar.  La lingüista y antropóloga Sung-Yul Park añade, además, que el inglés ha llegado a adquirir el estatus de lingua franca debido a su “naturaleza neutral”.

No es que el inglés se haya desvinculado totalmente de cualquier cultura, sino más bien es todo lo contrario: está asociado a culturas muy variadas entre sí. El hecho de que se hable en puntos tan distintos del globo lo separa de una cultura en concreto y lo hace en cierta forma válido para cualquier situación multicultural y es por eso que lo convierte en el idioma perfecto para el comercio internacional.

Dentro de este campo, el inglés ha ido adaptándose a las necesidades del mismo. Además, hay que tener en cuenta que se utiliza con gran frecuencia para hacer negocios entre personas o grupos de personas cuyas lenguas maternas no son el inglés. Este es el idioma en el que un empresario español se comunica con un cliente chino; o un alemán con un peruano. Personas provenientes de lenguas y culturas completamente distintas pero que en ese momento están sumidas en un mismo campo: el del comercio internacional.

Hoy en día, cada vez más empresas (indiferentemente del tamaño de las mismas) utilizan el inglés para promocionar sus productos con la seguridad de que así llegarán a más clientes potenciales. Es habitual también encontrarse con empresas con un ambiente de trabajo muy internacional compuesto por personas provenientes de todo el planeta. Algunos de los cuales ni siquiera saben hablar (o no con fluidez) el idioma local. No es difícil encontrar, por ejemplo, empresas en Praga o en Helsinki cuya lengua más hablada por sus empleados no sea ni el checo ni el finés sino el inglés. Es un idioma que se aprende en muchos países ya desde el colegio y cuya sencilla gramática da lugar a un aprendizaje mucho más rápido que el de otros idiomas como los mentados checo y finlandés.

Rubén Roberto Rico y Evaristo Doria lo presentan en su libro “Retail Marketing” de la siguiente manera:

“En los últimos veinte años, el conocimiento del idioma inglés se ha vuelto prerrequisito para todo éxito financiero internacional. El 70% de la información almacenada en Internet es en inglés, como también lo es el 80% de la comunicación. (…) El material en japonés disponible en Internet representa menos del 5% de todo el material disponible en la red, a pesar de que Japón tiene 130 millones de habitantes y controla el 15% de la economía mundial.”

Por otro lado, países como Japón, China o Finlandia, por nombrar solo algunos, han exportado al mundo productos tecnológicos de gran calidad que hemos adquirido usuarios de todo el planeta y, sin embargo, el idioma de la tecnología no es el japonés, el chino o el finés, sino el inglés. De esto se deduce que el inglés no está exclusivamente ligado a las nuevas tecnologías, sino que hay algo más detrás. Los idiomas que acabo de mencionar son considerados idiomas difíciles de aprender ya sea por su compleja gramática o por el gran número de caracteres que utilizan. Sin embargo, el inglés usa el alfabeto latino con 26 letras, lo que resulta mucho más práctico que el chino o el japonés. Por otro lado, carece de declinaciones, salvo por el conocido genitivo sajón, y su gramática es menos compleja si la comparamos con la del idioma finlandés que cuenta con alrededor de 14 casos, además de estar alejado de la gran mayoría de los idiomas occidentales.

El inglés, por lo tanto, está asociado a un tipo de imagen más global que otros idiomas. Ya sea por razones puramente lingüísticas, económicas, sociales o históricas, el inglés es la lingua franca del mundo contemporáneo. Mientras que el francés se usa con más frecuencia en productos cosméticos o el alemán en automovilísticos, el inglés se ha apoderado de gran parte de los mercados y representa, en resumidas cuentas, una forma de economizar y revalorizar un producto.

Gema

 

Un comentario en “El papel del inglés en el mundo del comercio

Deja un comentario